Saturday, November 25, 2006

El hombre de el "Café de Don Julio"

El hombre del abrigo color café solía ir a las 7 de la mañana a tomarse un tinto doble. La joven que trabaja en el establecimiento "El Café de Don Julio" atestigua que Javier, no era de hacer
conversaciones, pero que su actitud denotaba que siempre iba acompañado. Era un acompañante que a los ojos de él, de Javier, tomaba la palabra. Javier siempre pedía dos tazas.

Ella trataba de ver en qué momento el misterioso hombre del abrigo bebía la segunda taza. Nunca lo vio hacerlo. Sabía su nombre por la costumbre de anotar los nombres para ser recogidos los pedidos del mostrador. Su ceño era de permanente tristeza, mezclada con algo de amargura. Sus dedos tamborileaban como enviando mensajes en morse. La última vez que lo vio entrar pidió únicamente una taza. Y Javier al recogerla del mostrador tenía en sus ojos una mirada de adiós. La policía seguía en la incógnita de reconocer el cadáver de quien supuestamente era Javier, estaba irreconocible y en vez de documentos tenía consigo un atado de recibos de dos cafés fechados durante un mes por la cafetería "El Café de Don Julio", la única pista era el último, que registraba solamente una taza de café.

Amparo

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