Saturday, November 25, 2006

El hombre de el "Café de Don Julio"

El hombre del abrigo color café solía ir a las 7 de la mañana a tomarse un tinto doble. La joven que trabaja en el establecimiento "El Café de Don Julio" atestigua que Javier, no era de hacer
conversaciones, pero que su actitud denotaba que siempre iba acompañado. Era un acompañante que a los ojos de él, de Javier, tomaba la palabra. Javier siempre pedía dos tazas.

Ella trataba de ver en qué momento el misterioso hombre del abrigo bebía la segunda taza. Nunca lo vio hacerlo. Sabía su nombre por la costumbre de anotar los nombres para ser recogidos los pedidos del mostrador. Su ceño era de permanente tristeza, mezclada con algo de amargura. Sus dedos tamborileaban como enviando mensajes en morse. La última vez que lo vio entrar pidió únicamente una taza. Y Javier al recogerla del mostrador tenía en sus ojos una mirada de adiós. La policía seguía en la incógnita de reconocer el cadáver de quien supuestamente era Javier, estaba irreconocible y en vez de documentos tenía consigo un atado de recibos de dos cafés fechados durante un mes por la cafetería "El Café de Don Julio", la única pista era el último, que registraba solamente una taza de café.

Amparo

Thursday, November 23, 2006

La diferencia


Estaba pensando en que el tiempo, tal cual es relativo, se parece a la fotografía. En él encontramos los momentos que se viven y suman un tiempo pasado, pero permanece en la mente y el corazón, como esta fotografía que Rebeca nos envió días atrás.

Sé que tú sigues estando a nuestro lado. Tu sonrisa, tu mirada, tu calor, tus abrazos, tu voz están en otra dimensión, en el espaciotiempo, que tú nos ves, pero que no te es permitido comunicarte como lo hacemos en ésta.

Leí hace unas horas el blog de Rebeca, el día anterior el de Patricia. Y puedo leer los blogs mentales de mi madre, de mis hermanos. El sueño que tuvo Andrea y que contó al medio día a mamá, es de suma importancia. Muy a pesar de que juntas lloramos, porque la impotencia de no tenerte como somos ahora, nos hizo sentir la falta que nos haces. Pero también en ese sueño en el que te comunicaste con Andrea, nos hiciste saber que estás bien, que nos amas, que nos ves y que no quieres que lloremos. Pero tú también sabes que nosotros seguimos en este plano y este mismo plano nos ciega a las otras dimensiones, tú nos comprendes y nosotros debemos tratar de comprender y ser pacientes, pero sí tenerte a nuestro lado y en nuestro corazón como la luz que eres ahora.

Te amo papá... te amo... Amparo

Monday, November 20, 2006

Si pudiera pintar

Si pudiera pintar
pintaría la mirada de cada hoja
que el viento arrebata de su morada.

Si supiera pintar
pintaría las lágrimas
que no resbalan por las mejillas
... porque ellas son de color tiempo.

Si pudiera pintar
pintaría la sonrisa que resuella
como brisas de recuerdos tibios.

Amparo

Saturday, November 18, 2006

Tu sonrisa


Papá:

Hoy marqué nuestro número particular. Escuché tu voz como siempre. Tu mirada me ha mirado en el espejo. Me sonrío, he secado un pañuelo con tus sonrisas. Eres un ángel, uno muy especial.

Amparo